lunes, 23 de mayo de 2011

Camino





Uno se puede pasar la vida buscandolo, pero finalmente es Dios quien te encuentra.
Es Él quien sale a tu encuentro, te pilla en la mitad de cualquier camino, y te conduce al suyo.  Quien otro sino Dios mismo; "Camino, Verdad y Vida".    Dios mismo, como el Padre misericordioso de la parábola, te divisa y sale a tu encuentro, y es donde esa imagen que tanto me conmueve, en la que devuelve la dignidad al hijo perdido, se hace realidad.  Eso pasa todos los días.
Ese encuentro con Dios, que sin duda es un encuentro feliz, se transforma siempre en el comienzo de un nuevo camino, y vaya camino!.  Y si estás dispuesto a recorrerlo, y avanzas, en algun momento te encontrarás caminando en un lugar que, aunque iluminado, aparece muchas veces sin señalización, es entonces cuando vienen grandes preguntas; ¿Es este el camino?, ¿Que es lo que esperas de mi Señor?, ¿Donde me llevas?, ¿Cual es el fin?.  Y es ahí donde debemos mostrarnos dispuestos, porque las respuestas pueden ser duras y dolorosas pruebas.  Finalmente, en ese punto entendemos que somos instrumentos suyos; ¿Para que? ufff, como saberlo...
Con la ayuda de la meditación, de la oración, del silencio, de la eucaristia puedes encontrar algunas respuestas, pero no todas, porque por cada respuesta que se va escribiendo en el corazón, surgen siempre cada vez más preguntas.  Es importante, por lo mismo, estar muy atentos, no vaya a ser que una de esas respuestas te saquen del camino.
Por mi parte, mi camino recién comienza, las heridas cada vez sanan mejor, y las bendiciones y las sutilezas del Señor me acompañan siempre.  Dios se manifiesta todos los días con pequeños signos, con mucha ayuda, con mucha luz y paz,  y si bien mis deseos tienen metas altas, sólo Dios puede indicarme si son metas apropiadas, o si estoy preparado para ellas o debo prepararme aún más. 
Padre querido, estoy en tus manos, Madre de los Cielos, enseñame a decirle siempre Si al Señor...

Espiritu Santo eres el alma de mi alma
te adoro humildemente
ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame
Y en cuanto corresponde al plan del Eterno Padre Dios
revélame tus deseos.
Dame a conocer lo que el Amor eterno desea de mi
Dame a conocer lo que debo realizar
Dame a conocer lo que debo sufrir
Dame a conocer lo que silencioso, con modestia
y en oración debo aceptar, cargar y soportar.
Si, Espiritu Santo, dame a conocer la voluntad del Padre.
Pues toda mi vida no quiere ser otra cosa que un continuado
y perpetuo Si a los deseos y al querer del Eterno Padre Dios.
Amén. 

YO soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí. Juan14 :6



"YO soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí"    Juan14 :6

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