domingo, 20 de febrero de 2011

Paz

“Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.”
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz dice la oración de San Francisco de Asis.  Un instrumento de tu paz...
Donde haya odio, ponga yo amor; que bella oración y que complicado ejercicio, el odio, los malos gestos, la mala onda, las malas palabras se esparcen con una facilidad terrible y se contagian velozmente. Lo mas terrible se aprende en seguida y lo hermoso nos cuesta la vida canta Silvio Rodriguez. 
Basta con que un medio de prensa estigmatice a alguien para que quede grabado en nuestra conciencia por siempre. El caso de Maria del Pilar Perez o mas conocida como "La Quintrala" es un buen ejemplo.  Que fácil nos resulta hoy hacer un juicio completo de ella, de lo malvada que nos la presentaron, de lo inhumana, sin embargo, que dificil es contextualizar, ver en su historia que fue lo que pasó, y por último, mostrar un poco de misericordia ante su situación.  Lo mismo con todos los que aparecen como manzanas podridas del cajón que es la sociedad y cuyas historias conocemos porque el periodismo las publicó.
Solidaridad con las víctimas? Por supuesto!!!, pero nunca olvidar al victimario, que tambien es un ser humano y que en su juicio y su condena debe ser tratado con misericordia y con la dignidad de lo que es; un hijo de Dios que se equivocó en su camino.
¿Como ser un instrumento de paz en un mundo como el nuestro?.  Primero siendo fieles testigos de Cristo, poniendolo a Él frente a nosotros.  No prejuzgando, ni juzgando gratuitamente, no sintiendonos superiores a los demas, prácticando día a día la humildad de quien puso sus manos sagradas para ser martilladas, que puso su espalda para ser azotada, también siendo caritativos preocupandonos por los demás, desde los gestos mas sencillos hasta los más visibles.  No esperando recompensas por las acciones de nuestra vida, entregando cada cosa que hacemos al Señor.  Creo que por ahí va la cosa, y es una tremenda tarea para la casa, que cada día trato y trataré de poner en práctica.
Señor, que todo lo que haga sea en tu honor y para tu gloria!

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, que yo lleve Amor.
Donde haya ofensa, que yo lleve Perdón.
Donde haya discordia, que yo lleve la unión.
Donde haya duda, que yo lleve la Fe.
Donde haya error, que yo lleva la Verdad.
Donde haya desesperación, que yo lleve la Esperanza.
Donde haya tristeza, que yo lleve la Alegría.
Donde haya tinieblas, que yo lleve la Luz.

Oh Maestro,
concédeme que yo no busque ser consolado,
sino consolar.
Ser comprendido, sino comprender.
Ser amado, sino amar.

Porque: dando se recibe,
perdonando se es perdonando,
muriendo se resucita a la Vida Eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario