viernes, 18 de febrero de 2011

Perdonar

Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? Le dice Jesús: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.



Amar a Dios, ser solidario, rezar por uno y por los demás e ir a Misa, visto desde esos puntos de vista creo que no es tan dificil ser Cristiano.  Pero hay un acto donde todos flaqueamos y creo (Al menos en mi caso es asi) que es el más complicado.  Ese acto es Perdonar.  Es curioso, yo mismo he sido perdonado una infinidad de veces, y aun asi me resulta complicado a veces perdonar.  Me cuesta olvidar lo malo que me pudieron hacer, y tengo que pedir ayuda al Señor para poder hacerlo.
Perdonar es un camino dificil y doloroso, porque afecta directamente a nuestro ego, a nuestro orgullo, al amor que sentimos por nosotros mismos.  Por lo mismo requiere de un acto profundo de abandono en Dios y de entrega.  Es uno de los momentos en los que ponemos en Él toda la confianza.  Cada día tomamos caminos que nos alejan de Jesús, pero el reconocerlos y pedir su perdón nos permiten retornar al camino único.
En la cruz, Cristo perdona, no cuando las cosas se hubieron calmado, sino que en pleno dolor, en la absoluta angustia y humillación, despojado de toda dignidad, azotado, siendo el blanco de las burlas, y mucho antes que cualquiera le hubiera suplicado ese perdon.  Cristo perdona y además le da una dimensión preciosisima al perdón, cuando le promete el cielo al buen ladrón.
Podemos buscar y encontrar cada día un significado nuevo a lo que es perdonar.  Eso es porque todos los días tenemos que perdonar, y como no, buscar ser perdonados.  Pero ambas cosas nos cuestan la vida, perdonar, de corazón, olvidando el daño y pedir perdón, humillandose al reconocer que todos los días erramos el camino.
Siempre nos resulta muy sencillo juzgar, condenar e incluso aplicar sanción.  ¿Cuantas veces nos hemos visto diciendo cosas como estas?:  "Este merece tal o cual pena" o "Está bien lo que le pasó".  Recuerdo con tristeza haber escuchado de muchas personas, para el incendio de la cárcel de San Miguel cosas como; "Bueno, no eran blancas palomas" e incluso comentarios mas duros y tristes. 
Perdonar implica olvidar, implica dejar de lado esa diferencia que tengo con el que está a mi lado y seguir adelante, eliminar de mi corazón los rencores y entregarle al Señor aquel dolor que me causaron.
Al Perdonar, nos acercamos y nos asemejamos un poco más a Cristo, nos hacemos un poco más parecidos al Padre del hijo pródigo, que antes de escuchar explicaciones abraza a su hijo y lo renueva.
Señor, cada día requiero tu perdon y la capacidad de perdonar a los demas sin esperar nada.
Señor enseñame el significado de Setenta veces siete.

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